By Mr. Segali
Me quedé realmente impactado en el momento que Joaquín López Dóriga, un reconocido conductor de uno de los noticieros más vistos en México, y por lo tanto más reconocido, le hizo la entrevista al actor Anthony Hopkins, ganador del Oscar por la película “El silencio de los corderos”, quien visitaba el país para promocionar la cinta de terror “The Rito”, en la que participa.
El motivo de mi impacto, que anteriormente comenté, no es que un actor de renombre e importante venga a nuestro país a promocionar una película, es el hecho de que la entrevista entre éstas dos grandes personalidades haya sido una completa falta de respeto para, en primer lugar Anthony, y en segundo lugar para todos los espectadores, merecedora de un programa de bromas.
No es posible que con toda la trayectoria que tiene el señor Joaquín López Dóriga, no haya actuado de inmediato para solucionar el problema del apuntador de Anthony que no servía. Otra es que su inglés para preguntas básicas, es nefasto. No digo que tiene la obligación de hablar ese idioma, pero, habiendo un traductor presente (porque lo había) bien pudo preguntar Dóriga en español, el traductor en voz off (como lo hacía para traducirle a Dóriga) preguntar en inglés a Anthony y cosa resuelta. Se ha hecho en otras producciones.
La situación es que ni el equipo técnico del noticiero, ni Dóriga están al nivel de resolver problemas en vivo; problemas que se pueden resolver rápidamente y con facilidad, la culpa de ser la burla de todos los medios, no es de Dóriga solamente, es del director, del técnico, del floor manager, del mismo traductor que no se le pudo prender el foco por un momento. Anthony ya no sabía si reír o irse.
Sin duda ésta situación tan bochornosa queda de ejemplo para futuras entrevistas y para otros programas que puedan pasar por lo mismo.
Les dejo el material para que lo vean y juzguen por su cuenta.
A todo esto podemos decir que hasta al mejor cazador se le va la liebre. Es como lo que nos pasa después de habernos equivocado con algo muy sencillo y luego, cuando lo ves desde otro ángulo hasta te maldices y todo eso, pero de nada sirve. Tienen todo tan controlado que de repente esta clase de cosas tan sencillas se les van de las manos. A López-Doriga no le quedó de otra más que tomar todo muy cómico y reírse de su proio error. De otra forma se hubiera visto muy soberbio.
ResponderEliminarDicen las malas lenguas que de inmediato fue corrido ese técnico que sale en el toma... ¿Será?